lunes, septiembre 25, 2006


El proyecto surge al interesarme por reconstruir dicho contexto. Por generar un modelo que arroje información sobre dicho espacio urbano y que, a su vez, sea un proyecto autobiográfico. Mi preocupación es ocupar el espacio público contextualizado, el que me toca todos los días. Es utilizar un público no interesado de primera intención, pero sí íntimamente relacionado con el contenido de las piezas. Utilizar información que ellos mismos (la gente que habita Xoco) me proporcionen.

Quiero ocupar esos espacios libres, pero que son de todos y que sólo los encuentra el que indaga en la profundidad de un contexto público específico.

El proyecto consiste en generar tres momentos de intervención. Estos tres momentos están pensados para desarrollarse en principio desde el espacio con más referencia autobiográfica y terminarán en la intervención total del pueblo.

La existencia de estos espacios muertos, que son, supuestamente, presa de la atención de absolutamente nadie; proporcionan la posibilidad de generar una combinación extraña en la concepción de los espacio urbanos para las personas en general. Estas son las posibilidades que nos brinda la Urbe, su desarrollo caótico y el reconocimiento de sus características de aleatoriedad y sin sentido. Esta es la única posibilidad real de revalorar y reapropiarse de espacios totalmente entregados a la contaminación visual, sonora y atmosférica. Pero que de alguna manera sí representan fielmente nuestra convivencia con los espacios cotidianos, es parte de la basura que generamos a diario.

Detonar esa cualidad estética que nos caracteriza como sociedad en los espacios que, irónicamente, los determinan e inspiran. Es de vital importancia recobrar esos espacios, no desde el punto de vista de la recopilación memorable de los espacios históricos, sino desde un punto de efervescencia cultural express. Acoplada perfectamente a los tiempos de la fugacidad y el desordenamiento de los acontecimientos históricos, que acontece en nuestros días.